Siria: el Viejo Topo y la Nueva Guerra Fría

Desde hace algún tiempo, ciertos autores y analistas le han seguido la pista a un fenómeno calificado como «Nueva Guerra Fría». Uno de ellos es Jesús M. Pérez, autor del gran blog «Guerras Posmodernas», que pasa por ser uno de los mejores analistas de seguridad y defensa que publica en nuestro país. Pérez ha defendido a capa y espada la validez de la Nueva Guerra Fría como concepto analítico eficaz para nuestros días. A lo largo de una serie de artículos, en los que me baso para éste, explicó su dimensión ideológica. La cual, a mi juicio, está infravalorada a todos los niveles.

Trataré de explicar el concepto ideológico de la Nueva Guerra Fría para demostrar su adecuación sobre el ejemplo de Siria en particular y Oriente Medio en general. La idea de revivir un concepto a priori tan anticuado como «Guerra Fría» deriva de la doble dimensión del fenómeno: militar e ideológica. Es decir, hay una confrontación geopolítica por los recursos económicos basada en el uso de la diplomacia y la guerra, pero esa pelea lleva aparejada la implantación de un proyecto político más o menos concreto.

Desde el final de la II Guerra Mundial, hasta la caída de la URSS, el bloque democrático-capitalista liderado por Estados Unidos y la OTAN se enfrentó al bloque comunista, con la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia al frente. Dos alianzas y dos ideologías luchando por la hegemonía mundial. Parece bastante claro. En la actualidad, las variables son más difusas, como prácticamente todo poder y fenómeno en el mundo de la globalización.

Los enemigos del mundo occidental (entendiendo occidente como el liderazgo americano y la democracia liberal) no está encarnados en un proyecto propositivo como el comunismo, sino en formas que se definen por la negación y la oposición. Son en virtud de luchar con su enemigo. ¿Y quiénes son esos enemigos de Occidente? Podríamos señalar tres: Rusia, el Eje de la Resistencia (Irán, la Siria baazista y Hezbollah), junto a la Alianza Bolivariana y los movimientos populistas de izquierda.

Nas Chavez

Los tres grupos son muy diferentes entre sí, pero hay convergencia a varios niveles. Todos son democracias de carácter nominal, el ejército juega un rol importante en la vida política, hay culto al líder, discursos nacionalistas, antisemitismo y populismo. Y da exactamente igual que sean de derechas o de izquierdas. Aunque sea un bloque difuso ideológicamente, hay algunos pensadores de los márgenes extremos del mainstream que han empezado a crear un corpus unificado. Pérez señala en sus artículos varios ejemplos en medios de internet, aunque el más claro y conocido es Alexander Dugin, ideólogo de la Cuarta Teoría Política (que supera la izquierda y derecha) y que cuenta con difusión en medios afines al Kremlin.

Aquí, en una foto que tomo de un artículo de Pérez, podemos ver esa nueva transversalidad en una manifestación ultraderechista francesa:

Mani ultra

A falta de esa unificación ideológica, que acabará llegando en el futuro, el chiismo revolucionario, el imperialismo ruso, el populismo de izquierda y ciertas fuerzas de ultraderecha han empezado a apoyar con actos algunos de sus objetivos estratégicos. El primer fenómeno que vimos en este sentido fue la guerra en el Donbass, donde la ultraderecha francesa compartía trinchera pro-rusa con antifascistas españoles, para apoyar al régimen conservador de Putin. Otro de los mejores analistas, Abel Riu, escribió largo y tendido sobre este tema.

Lo que nos interesa en este caso es el ejemplo de Siria, que sumado al del este de Ucrania, demuestra la creciente validez de la Nueva Guerra Fría. Pérez adelanta en sus artículos algún ejemplo, como el acto del 29 de mayo de 2015 en apoyo al «pueblo y el gobierno de Siria» organizado por la Plataforma Global Contra las Guerras; o el acto «Repensar la Defensa», organizado por IU, donde se pedía la salida de la OTAN y un nuevo posicionamiento frente a Estados Unidos y el atlantismo. Por cierto, que eso mismo pidieron muchos izquierdistas a Tsipras cuando todavía negociaba con la troika. En aquellos meses se especuló con una ruptura de baraja que implicase la salida griega de la OTAN y la UE para un acercamiento geopolítico a Rusia.

En el tema sirio, la revista marxista El Viejo Topo nos trae este mes dos artículos excelentes para validar el concepto de Nueva Guerra Fría. El primer artículo lleva por título «¿Intervendrá Rusia en Siria?» y va firmado por Eduardo Luque. En él nos encontramos los clásicos que podemos leer en los medios rusos (RT o Sputnik), latinoamericanos (Telesur) o en la propaganda iraní. Luque afirma que Estados Unidos provee de inteligencia a Estado Islámico con la intención de debilitar a Assad, Rusia y China, que el ataque con gas en Ghuta fue cosa de islamistas y no del gobierno, que el Daesh nació en las mesas de la OTAN o que el saqueo del patrimonio sirio está orquestado por capitalistas occidentales.

6959636781_eb8216df95_z

Más claro todavía es el siguiente artículo, «Siria en Guerra. La resistencia de Bachar Al Assad.», que escribe Miguel Candelas. El autor acusa a Occidente de apoyar las teocracias islamistas sunníes, ya sean petromonarquías o grupos terroristas, a la vez que alaba el papel de la República Islámica de Irán y de Hezbollah en el apoyo al régimen sirio. En su visión anti-imperialista, que es exclusivamente anti-occidental, llega a afirmar que Assad ganó las últimas elecciones con un 88.7% de los votos, sin tener en cuenta que se celebraron con el país sumido en la guerra total. El artículo es una continua alabanza a la laicidad y el socialismo que respira el régimen Baaz de Al Assad, sin mencionar ni una palabra de la represión a los enemigos internos.

A primera vista, que chiíes, comunistas y dictadores anti-occidentales se cubran las espaldas estratégicamente hablando puede parecer una locura. Pero no lo es. Está muy lejos de serlo. A lo que asistimos es a la configuración de un bloque heredado de la URSS, al que se suman actores nuevos y antiguos actores cambiados. Los viejos comunistas, como decía Manolo Monereo en una entrevista reciente, siguen apoyando a Rusia, gobierne quien gobierne; la izquierda está dispuesta a combatir junto a la derecha si eso debilita a Estados Unidos; y los nuevos socialismos de América Latina no le hacen ascos a pactar con los conservadores islamistas de Oriente Medio. Hasta que termine de configurarse una ideología propositiva, veremos una creciente unión de estos actores con la vista puesta en su objetivo estratégico común: acabar con el poder global de Estados Unidos y con el modelo vigente de democracia-liberal.

7439909422_ceb83f15d3

Bibliografía:

La dimensión ideológica de la Nueva Guerra Fría. En http://guerrasposmodernas.com/2015/08/28/la-dimension-ideologica-de-la-nueva-guerra-fria/

La gran paradoja ideológica de la Nueva Guerra Fría. En: http://guerrasposmodernas.com/2015/06/14/la-gran-paradoja-ideologica-de-la-nueva-guerra-fria/

Confusión ideológica en la Nueva Guerra Fría. En: http://guerrasposmodernas.com/2014/11/15/confusion-ideologica-en-nueva-guerra-fria/

Tontos útiles al servicio de los dictadores. En: http://guerrasposmodernas.com/2015/06/01/tontos-utiles-al-servicio-de-dictadores/

El Viejo Topo. Octubre 2015. Número 333.

Un comentario en “Siria: el Viejo Topo y la Nueva Guerra Fría

Deja un comentario