MHP: historia de la ultraderecha turca

En el año 1965, cinco compañeros de armas fueron expulsados del Ejército Turco. Su rebeldía, llevada más allá del límite tolerable, aún en tiempos de inestabilidad, les había salido cara. Su líder era Alparslan Türkes. Coronel Türkes, como solían llamarle hacía tan solo unos meses. Había nacido en el Chipre turco, pero desde su niñez se había formado en la disciplina militar, entre las paredes del Liceo Militar en el que ingresó en 1933. En el año 1960 había formado parte del golpe de Estado contra el gobierno de Menderes. El golpe había triunfado y una junta de militares se instauró en el poder. Pero el joven Türkes no estaba completamente satisfecho. Unos días después, junto con el llamado Grupo de los 14, intentó dar un golpe interno en la junta militar para imponer un régimen militarista y autoritario. Fracasó estrepitosamente y Türkes, igual que sus compañeros, fue expulsado.

Alpaslan Türkes
Alpaslan Türkes

Algunos camaradas permanecieron unidos durante los años siguientes y se afiliaron al Partido de la Nación de los Campesinos Republicanos (CKMP), para acabar haciéndose con el poder interno muy poco tiempo después, en agosto de 1965. Türkes fue proclamado presidente del partido y obtuvo el modesto resultado de 10 diputados. Desde la dirección, el líder comenzó un proceso de radicalización del partido, adoptando un discurso ultranacionalista y anticomunista. Así, culminó el proceso en 1969 al cambiar el nombre del partido, que pasaría a denominarse Partido de Acción Nacionalista (MHP), y establecer como fuente programática la llamada Doctrina de las Nueve Luces. Türkes dejó de ser el presidente del partido, para convertirse en Basbug, Gran Líder.

Es en este momento donde podemos ver una clara similitud entre los partidos fascistas europeos y el MHP. El Basbug hacía las veces de Führer o Duce. El programa apoyaba la expansión territorial turca, la persecución de los movimientos de izquierda y el apoyo a los valores tradicionales turcos. Por si fuera poco, la acción política se complementó con la acción callejera, creando milicias juveniles paramilitares que extendiesen la violencia en las calles. Recibieron el nombre de Lobos Grises.

Saludo del MHP y los Lobos Grises. Los dedos imitan la forma de la cabeza de un lobo.
Saludo del MHP y los Lobos Grises. Los dedos imitan la forma de la cabeza de un lobo.

En 1980, tras el golpe de Estado, el MHP fue ilegalizado, aunque se reconstituyó bajo el nombre de Partido Nacionalista del Trabajo (MÇP). Con la vuelta de la democracia y la convocatoria de elecciones generales en 1995, Türkes acabó recuperando sus siglas tradicionales, aunque no entró en el parlamento. Esta experiencia de ilegalización moderó someramente las posiciones extremistas. Por ejemplo, bajo el nombre del MÇP se apoyó la pertenencia a la OTAN, y en los años 90 se admitió la necesidad de acercarse a la CEE para la adhesión, además de desarrollar lazos económicos con regiones fronterizas, como Asia Central. Sin embargo, ese nuevo moderantismo económico y estratégico no afectó a las posiciones políticas del MHP. Türkes mantuvo una retórica nacionalista brutal contra los kurdos, ya fueran miembros del PKK, como grupo armado, o del MHP, como partido político.

En el año 1999, el MHP cambia el liderato. El fracaso electoral de 1995 hacía necesaria la renovación para volver a la primera línea de la política turca. El elegido para suceder a Türkes fue el actual líder del partido, Devlet Bahçeli. El discurso no cambió sustancialmente, y el nuevo Basbug prometió sangre, sudor y lágrimas para aniquilar al PKK. Fue un éxito. El MHP consiguió más de cinco millones de votos, frente a los dos millones de 1995, pasando de cero a 129 diputados. Bahçeli había quedado legitimado.

Devlet Bahçeli
Devlet Bahçeli

El nuevo gobierno de Ecevit, del Partido Demócrata de Izquierdas, no tuvo más remedio que ofrecer una coalición al MHP. Al contrario de lo que muchos pensaban, Bahçeli no fue un obstáculo constante a la gobernabilidad del país. Impulsó la candidatura turca a la UE e hizo gala de la moderación económica a la que hacíamos referencia. Donde se mantuvo inflexible, igual que hiciera Türkes, fue en las cuestiones políticas y de nacionalidad. El MHP se opuso a la ilegalización de la pena de muerte para casos de terrorismo y a la concesión de derechos lingüísticos a los kurdos, lo que provocó que la UE desestimara la candidatura de Turquía. No fue el único fracaso de su experiencia de gobierno. La crisis económica de principios de siglo afectó al país de manera especialmente dura, lo que perjudicó al MHP ante sus votantes.

El éxito de Bahçeli en 1999 se convirtió en un nuevo desastre electoral en 2002. Perdió tres millones de votos y toda su representación parlamentaria. El líder tuvo que aguantar firme en su puesto para mantener la primacía en la formación. En 2007 se jugaba la supervivencia de su liderato y del propio partido. Consiguió volver a las cuotas de 1999, haciéndose con cinco millones de votos y 71 diputados. Bahçeli consiguió explotar de nuevo su proyecto ultranacionalista porque el clima era más propicio para ello. El PKK había vuelto a atacar posiciones turcas tras romper la tregua en 2004 y Turquía estaba interviniendo en Irak. El MHP continuó desde las instituciones con este discurso y, pese a una posición teóricamente crítica frente al AKP, alcanzó acuerdos con el partido de Erdogan para la reforma constitucional que autorizaba el velo en la universidad.

Desde esa fecha, el MHP no volvería a fracasar. Las elecciones de 2011 venían precedidas por la consolidación del AKP como partido hegemónico en Turquía, reformando la constitución con el apoyo popular en el referéndum de 2010. Todo parecía apuntar a que un nuevo triunfo de Erdogan llevaría a una nueva constitución. El eje electoral, por lo tanto, estaba centrando en el reformismo político, nuevas reglas, nuevas dinámicas, lo que no terminaba de conformar un espacio cómodo para el MHP, que no tenía donde explotar el discurso nacionalista. Aunque ganó en votos, su porcentaje electoral fue menor y cayó en escaños, aunque el batacazo no era comparable a los anteriores.

Ese espacio se abriría en 2015. El centro-izquierda del CHP intentó atacar a Erdogan por su autoritarismo y por sus medidas económicas, dejando a un lado las reivindicaciones sobre el laicismo, aunque el tema siga a flor de piel. El MHP utilizó dos ejes vitales en su campaña. Por un lado, criticó a Erdogan por sus casos de corrupción, desde un discurso de tintes populistas; por otro lado, y aquí puede estar la clave de su éxito, movilizó a sus votantes a través de unas durísimas acusaciones de traición a la patria del AKP, por su política de negociación en la cuestión kurda. Las cesiones de Erdogan permitieron a Bahçeli movilizar el voto ultra contra los kurdos, especialmente de las áreas rurales turcas, y hegemonizar el espacio que deja el AKP a su derecha. Así, el MHP se hizo en junio de este año con siete millones y medio de votos, alcanzando los 80 diputados. Sin embargo, el resultado queda en suspenso dada la incapacidad del candidato del AKP, Davotoglu, para formar un gobierno de coalición una vez perdida la mayoría absoluta.

Como podemos ver, los resultados electorales del MHP desde 1995 han sido pendulares. Al fracaso de ese año, le sigue el éxito absoluto de 1999, que acaba en un nuevo fiasco en 2002, para volver a resurgir con fuerza en 2007, cayendo de manera amortiguada en 2011, y alcanzando su mejor resultado en 2015. Por lo que podemos ver, el MHP alcanza sus mejores resultados cuando el clima de crispación y violencia es máximo, especialmente con los kurdos. Los casos de 1999, 2007 y 2015 así lo demuestran. Teniendo en cuenta el estado de guerra que vive Turquía en sus enfrentamientos contra el PKK, el aumento de la movilización kurda en Siria e Irak, y el estado de nerviosismo por los atentados, el MHP tendrá capacidad, como hizo en junio, de explotar su discurso nacionalista y autoritario. Tal y como vemos en la encuesta de Konda para Hurriyet que se publicó hace un mes, Bahçeli mantendrá sus resultados de las pasadas elecciones y se consolidará como una fuerza política a tener más que en cuenta, especialmente si el AKP queda otra vez sin mayoría absoluta y, por lo tanto, necesitado de un socio de gobierno.

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Fuentes:

«Turquía: sistema de partidos y sistema electoral». Carmen Rodríguez López. UAM.

«Análisis pre electoral Turquía elecciones generales 2015». Carmen Rodríguez López. En OPEMAM: http://www.opemam.org/node/6871

Political Parties in Turkey en: http://www.allaboutturkey.com/parti.htm

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